La noche se hizo larga
Al momento de recibir la noticia por teléfono, mi mente y corazón no querían dar crédito a lo sucedido. Pero lo que me inundó de paz fué haber presenciado esa primera parte de la reunión, Dios la había armado de una manera tan poderosa que se hizo todo tan claro en mi, ordenó mis pensamientos y aún con tal dolor y lágrimas pude por, su gracia, compartir lo que de antemano me había dado. En ese mismo momento pude apoderarme de esas promesas divinas y confié que solo El podría sostenerme.
El Salmo34 Comienza diciendo: " Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca. "
¿Como podría yo bendecir al Señor si tenía una criatura de un año con un tumor en el cerebro y se encontraba a mil km de distancia?
Pues Dios es Soberano y me dio de su gracia para poder leer este salmo y más aún poder cantar.
Treminó la reunión, todos conmovidos, los hermanos, amigos, mi padre...
Toda la noche estuve despierto, no dejé por un instante de rogarle a mi Señor que me permitiera poder ver una vez más a mi pequeño Juan Mateo que recien tenía un añito y ya se nos estaba yendo de un momento a otro.
Todo era dolor y angustia por saber que Gabi estaba sola, no estaba sola pues estaba con su familia y en su tierra, pero la biblia dice que dos, hombre y mujer, cuando se casan, son una sola carne y yo me sentía tan vacío lejos de ella y ella de mi, que no podríamos pasar esa prueba si no estabamos juntos , para darnos un abrazo, tomarnos las manos, llorar y rogar juntos al Señor que tuviera misericordia de nuestro bebé y de nosotros sus padres.
Solo Dios conoce nuestras angustias y solo a El podía ir en oración para que me uxiliara.
Oré y lloré yo aquí en Montevideo y mi esposa y mis hijos en Córdoba. Debía llegar sí o sí.
Sentí la paz del Señor al pensar que El es Soberano y permite ciertas cosas que no podemos ni siquiera pretender entender.
Algunos amigos me dieron dinero para poder viajar el sábado bien temprano con el deseo y la esperanza de que Dios oyera mi plegaria : Por favor Señor déjame ver una vez más a mi hijo con vida.
El Salmo34 Comienza diciendo: " Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca. "
¿Como podría yo bendecir al Señor si tenía una criatura de un año con un tumor en el cerebro y se encontraba a mil km de distancia?
Pues Dios es Soberano y me dio de su gracia para poder leer este salmo y más aún poder cantar.
Treminó la reunión, todos conmovidos, los hermanos, amigos, mi padre...
Toda la noche estuve despierto, no dejé por un instante de rogarle a mi Señor que me permitiera poder ver una vez más a mi pequeño Juan Mateo que recien tenía un añito y ya se nos estaba yendo de un momento a otro.
Todo era dolor y angustia por saber que Gabi estaba sola, no estaba sola pues estaba con su familia y en su tierra, pero la biblia dice que dos, hombre y mujer, cuando se casan, son una sola carne y yo me sentía tan vacío lejos de ella y ella de mi, que no podríamos pasar esa prueba si no estabamos juntos , para darnos un abrazo, tomarnos las manos, llorar y rogar juntos al Señor que tuviera misericordia de nuestro bebé y de nosotros sus padres.
Solo Dios conoce nuestras angustias y solo a El podía ir en oración para que me uxiliara.
Oré y lloré yo aquí en Montevideo y mi esposa y mis hijos en Córdoba. Debía llegar sí o sí.
Sentí la paz del Señor al pensar que El es Soberano y permite ciertas cosas que no podemos ni siquiera pretender entender.
Algunos amigos me dieron dinero para poder viajar el sábado bien temprano con el deseo y la esperanza de que Dios oyera mi plegaria : Por favor Señor déjame ver una vez más a mi hijo con vida.
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