Despues de unos días de ausencia y agradeciendo ante todo vuestra paciencia es que volvemos a entablar la comunicación.

A veces es bueno tener un tiempo a solas, despues de tantos enfrentamientos emocionales por la vida, o por la muerte. No es que fatalice, es la realidad, no estamos fuera de una ley mayor a la de la gravedad. La vida es fragil. La Palabra de Dios dice lo siguiente acerca de la vida:



¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad y estaremos allá un año y negociaremos y ganaremos.
Cuando no sabéis lo que será mañana.
Porque ¿Qué es vuestra vida?
Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
En lugar de lo cual deberías decir: Si el Señor quiere y viviéremos, haremos esto o aquello.

En otra parte de la Escritura encontramos esta urgencia:

Da voces! y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces?
Que toda carne es como la hierba, y toda su gloria como flor del campo.
La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento del Señor sopló en ella;
En verdad como hierba es la humanidad.
Se secará la hierba, se marchitarán las flores;
Pero la Palabra del Señor Nuestro permanecerá para siempre.
Dentro de esta verdad podemos encontrar un tesoro que está oculto hasta reconocer que delante de Dios somos muy limitados. Nuestra condición de pecadores nos hace temer y aterrarnos al pensar en la muerte, pero en la Palabra De Dios está la bendición de saber que hay seguridad Eterna.
La vida es breve, es real, mirandonos a un espejo, vemos el paso de los años, el deseo del hombre es mostrar la belleza del rostro, cabello, el potencial físico, pero esa hermosura es pasajera, no hay retorno. Al nacer compramos el boleto a la muerte, allí vamos todos.
Por eso Dios nos dejó Su Palabra!!
En ella encontramos que por más que la edad se nos venga encima, o que una enfermedad agresiva nos arrebate lo más precioso que poseemos, no hay nada más grandioso que saber que Dios Es Amor, a pesar de las dificultades, y los problemas o quebrantos de salud; Dios es Dios, y Eleva el precio de Su Amor para con nosotros en esta manera: En que siendo aún pecadores,
CRISTO, su hijo único, MURIÓ POR NOSOTROS!!
Así que la gran verdad es que de a cuerdo con la Palabra de Dios , mi vida es muy corta, pero tambien de acuerdo a la Palabra de Dios, Cristo murió para darme una vida verdadera.
La Vida Eterna, es por Su Sacrificio, en mi lugar. El pagó el rescate por MÍ.
Seguros estamos del cielo. Vamos allá, al reencuentro con nuestro Señor y con Nuestro pequeño Juan Mateo que está en compañía de otros, que se nos adelantaron.
¿No tienes tú, esta seguridad?
Deposita tu fe en el Señor Jesús hoy mismo y como nosotros,
obtendrás su perdón, su eterno consuelo y dulce paz.
Cree en En El Señor Jesús y Serás Salvo Tú, y tu casa.








Versículos utilizados: Santiago 4:13 al 15
Isaías 40:6 al 8
Romanos 5:8
Hechos 16:31

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